ANTONIO MORA PLAZA
Soy un modesto economista -o quizá ni eso- que durante casi dos décadas he dedicado parte de mi tiempo a estudiar -pero sobre todo a desarrollar- la obra del economista italiano Piero Sraffa y, también pero en menor medida, a Marx y por último a Keynes. ¿Por qué he hecho esto y he elegido estos autores y no otros? La respuesta a la primera pregunta no tiene fácil respuesta, pero de encontrar alguna sería que porque estos tres autores fueron capaces en su época, en su momento, de ser críticos a la ortodoxia reinante, es decir, además de economistas fueron filósofos. Al fin y al cabo eso es la filosofía: una reflexión crítica en cada momento de lo ortodoxo de cada momento. Y si eso fue así porque comprendieron que lo que se enseñaba en universidades y otros medios de la época no era lo adecuado para construir un corpus analítico que permitiera comprender el mundo de la economía y, si acaso y dependiente de las intenciones últimas de cada uno de ellos, intentar con sus escritos, sus actividades docentes y/o políticas, transformar la política económica de su tiempo; o simplemente la política, o simplemente nada de esto.