HUYSMANS, JORIS-KARL
"Estaba encantadora con el vestido que ella misma había cortado en muarés y sedas a forfait. Un corpiño rosa, con las costuras rematadas con perlas falsas, un corpiño de un rosa exquisito, de ese rosa lánguido y como salido de las telas de Oriente, apretaba sus caderas mal contenidas en su cárcel de seda. Con su casco de cabellos opulentamente pelirrojos, sus labios palpitantes, húmedos, voraces, rojos...".