AZUCENA ORDOÑEZ RODAS
Azucena Ordoñez Rodas nos entrega en esta antología, una obra que resume tres géneros. En su dedicatoria, la autora resalta el amor a su patria, Honduras, primer territorio americano continental que piso el Almirante Cristóbal Colon, pues, Honduras es sin duda un pueblo con un profundo legado histórico, ya que en su época más antigua fue habitada por los Mayas y sus descendientes; Olmecas, Toltecas y otros. Las Ruinas Mayas de Copan son vestigio de ello.El libro está dedicado a Dios, a sus hijos, su familia, los amigos, sus lectores y muy especialmente a la juventud latina a quienes ella denomina muy acertadamente como nuestro mayor tesoro.El prólogo del libro comienza hablando del amor. Yo veo el amor como el corazón de su obra, sus versos vestidos de romance evocan el estilo romántico y Parnasiano de Darío, sin la aristocracia de los versos Darianos.Vemos la evocación al amor convertido en pasión, vía al erotismo en ciertos versos.Veamos, por ejemplo:Página 24'AMOR, AMORParaíso en fuga, promesa en desconcierto, volcán en llamas, lucero al medio día.Amor, amor entre ritmos acomodas la deliciosa tonada de tus besos, una canción que va envolviendo la magia de este sueño en sinfonía.---Amor, amor verdad en fantasía llegas a mi igual que alondra en vuelo. Con un son encantado que alucina, con tu brillo de luna que deslumbra y contamina, la ingenua y frágil quietud de mi existencia pálida y vacía.
