LEYLEN OROSCO BORREGO
Golpean la puerta mientras termino de meter en mi bolso todas miscosas. Eneas no deja de mirar hacia el piso, sentado en la cama.Abro la puerta frente a una Luciana con un rostro inundado desusto y digo:-No hay nada de qué temer, por favor Luciana... solo coraje noshace falta.