"El hombre razonable se adapta al mundo; el irrazonable intenta adaptar el mundo a sí mismo. Así pues, el progreso depende del hombre irrazonable". Con este epígrafe del escritor George Bernard Shaw y con ejemplos de distintas empresas, los autores defienden que los negocios que revolucionarán los modelos convencionales serán las organizaciones con y sin fines de lucro de carácter social cuya filosofía cambiará, y de hecho ya cambia, el mundo.