EL SOLICITANTE DE ASILO MASCULINICIDIO NO TIPIFICADO
 POD

EL SOLICITANTE DE ASILO MASCULINICIDIO NO TIPIFICADO

SANTIAGO ALBERTO RAMOS

37,42 €
IVA incluido
Editorial:
JUSTFICTION EDITION
ISBN:
9786203575453
37,42 €
IVA incluido
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Una semana caminando con el tobillo fracturado por las calles metropolitanas. Un dolor muy agudo al punto del desmayo. La explicación médica de tal fractura, puede variar mucho, pero también puede deberse a un golpe de muleta, asestado con precisión de sicario con conocimiento de causa, mientras la persona duerme, entre indigentes, personas de la calle. Yo pasaba desapercibido con mi dolor y mi lesión, porque es una imagen visual permanente en esa zona del mundo, en derredor del palacio real de su majestad, que sobre todo los seres humanos que vienen de otros países en busca de una nueva oportunidad para rehacer sus vidas, terminen lisiados buscando lugar para pasar la noche en albergues para indigentes. Lo más humano es aceptar que no se está en condiciones de procesar todas las solicitudes y no generarles falsas esperanzas a las personas permitiéndoles que se queden a padecer en un país ajeno, donde solo se les considera turistas que andan en la indigencia.Pero más inhumano aún, es hablar de ofrecer visas humanitarias y de trabajo, cuando ni siquiera se atreve a imprimir un poco de celeridad a las carpetas de investigación abiertas.

Una semana caminando con el tobillo fracturado por las calles metropolitanas. Un dolor muy agudo al punto del desmayo. La explicación médica de tal fractura, puede variar mucho, pero también puede deberse a un golpe de muleta, asestado con precisión de sicario con conocimiento de causa, mientras la persona duerme, entre indigentes, personas de la calle. Yo pasaba desapercibido con mi dolor y mi lesión, porque es una imagen visual permanente en esa zona del mundo, en derredor del palacio real de su majestad, que sobre todo los seres humanos que vienen de otros países en busca de una nueva oportunidad para rehacer sus vidas, terminen lisiados buscando lugar para pasar la noche en albergues para indigentes. Lo más humano es aceptar que no se está en condiciones de procesar todas las solicitudes y no generarles falsas esperanzas a las personas permitiéndoles que se queden a padecer en un país ajeno, donde solo se les considera turistas que andan en la indigencia.

Pero más inhumano aún, es hablar de ofrecer visas humanitarias y de trabajo, cuando ni siquiera se atreve a imprimir un poco de celeridad a las carpetas de investigación abiertas.