A lo largo del libro se intenta demostrar dos postulados esenciales. El primero se
refiere a que todo comportamiento humano responde a tres fuerzas
arquetípicas y estructurantes: lo cognitivo, lo volitivo y lo emotivo, fuerzas que, en la actividad empresarial, se corresponden, entre otras, con la ética, la eficacia y el liderazgo.
El segundo, se refiere a la diferencia entre conocimiento e información. Mientras que ambos poseen igual naturaleza, la información llega externamente al hombre, mientras que el conocimiento es el resultado de la actividad de su YO.