SÁNCHEZ IBÁÑEZ, MIGUEL
Alubiada, like, televermut, flamencólico... no podemos parar de crearpalabras: las lenguas necesitan de nuestra imaginación y nuestracomplicidad colectiva para ponerse al día, y jamás pueden escapar denuestras ganas de nombrar lo que nos rodea: es la (neo)lógica de laslenguas... Este libro se pasea por los procedimientos de formación deneologismos huyendo de reglas y teorías: en lugar de eso, habla depréstamos que son princesas guerreras, de compuestos tan veloces comoun tren bala japonés, de acrónimos que se cierran peor que el baúl dela Piquer o de las irreconciliables diferencias que existen entre losneologismos Pantoja y los neologismos Winehouse. En la creatividadléxica se esconden un buen puñado de paradojas que definen nuestroidioma, pero también el idilio eterno que mantenemos con él. Además,intenta dar algunos apuntes sobre la relación de amor-odio entre laspalabras recién creadas y los diccionarios... y de cómo nos afecta alos hablantes estar en medio de ese fuego cruzado de definiciones,categorías y sesgos ideológicos. Un intento, en definitiva, de hacerque quienes amamos las pala