FRANCISCO GUZM VEGA
Su pasión por la Guerra Civil Española, llevó al autor a conocer e investigar sobre el conflicto que antecedió a la Segunda Guerra Mundial. Conforme lo hacía, se adentraba en el pensamiento y en el corazón de los protagonistas del conflicto, que técnicamente no debiera llamarse 'civil', dada la intromisión de Hitler y Mussolini. En respuesta, miles de voluntarios llegaron de todas partes del mundo para sumarse a la defensa de la Segunda República. No era ya una guerra doméstica, sino la confrontación de dos fuerzas antagónicas; una apoyada en su poderío bélico y su odio irracional, y la otra esgrimiendo la fuerza de la razón y su dignidad como únicas armas. Con un final inesperado, la novela nos transporta al ambiente hostil de la época, y nos presenta un paisaje brumoso, oscurecido por la pólvora, que finalmente, la crudeza de la guerra nos vuelve a la realidad de nuestras propias debilidades y nos muestra el carácter autodestructivo del hombre.
