ALVAR NUÑO, GUILLERMO / ALVAR, CARLOS
¿Quién no es invitado de vez en cuando a comer por familiares, amigos o compañeros de profesión? Compartir el momento de la comida con otros ha sido desde siempre el acto social por excelencia en Occidente. Y, precisamente por eso, siempre han sido necesarios ciertos códigos de conducta que nos hagan parecer educados y elegantes ante el resto de comensales. El final de la Antigüedad trajo consigo un colapso cultural en Europa y obligó a crear nuevos espacios de convivencia en los que se mezclaban la tradición romana, las nuevas élites germanas y la Iglesia. Con el paso de los siglos, el hombre medieval supo armonizar estos elementos dispares y establecer un currículo formativo para las personas que iban a dedicarse a la vida pública. La formación de un hombre civilizado pasaba por el aprendizaje de la lengua común a toda Europa (el latín), de unas creencias religiosas sólidas y de un comportamiento virtuoso.