SHENI BASEL, JOSÉ CARLOS
A vosotros recurro, sabios y aprendices de las más diversas materias, ya que extrañas circunstancias me impiden continuar la sagrada búsqueda que emprendí hace años, y la misión ha de ser completada.
Os cuento: Cayeron en mis manos ciertos pergaminos escritos por el Conde de los Secretos, noble visigodo y primero entre los Guardianes del Tesoro Antiguo. Y si la belleza del papel y lindeza de sus palabras despertaron todos mis sentidos, aún me habría de erizar más el vello aquel descubrimiento que cambiaría mi vida.
Detrás de ciertas palabras había escondido un secreto código para encontrar en Toledo el mayor tesoro que jamás háyase custodiado: La Mesa de Salomón. Construida con oro y gemas por el rey sabio, contiene grabada la palabra de las palabras, el Shem Semaphorash, aquella cuya sola mención crea o destruye, pudiendo cambiar el destino de la Humanidad.
Y así, el Conde de los Secretos creó la Orden de los Guardianes del Tesoro Antiguo para custodiar la Mesa, y dispersó por cinco monumentos de Toledo, capital de su reino, las piezas de la llave mística que abre paso a la Cueva de Hércules, allí donde ocultaron el Tesoro de la codicia de los hombres hasta el momento en que tornase el elegido y pusiera la Mesa a salvo
Otros templarios, cabalistas hebreos, alquimistas árabes, astrólogos y magos provenientes de las más venerables culturas lo han intentado, pero este objeto de poder sólo habrá de ser encontrado por aquellos que, provistos de la magia de ODEHLOT, intangible espíritu de la ciudad, den muestra de valentía, e ingenio.
Entenderéis la importancia de mi requerimiento. Heredad el legado de los Guardianes, en vos y en los vuestros deposito mis esperanzas, deseando que los conocimientos y actitudes que adquiráis en el camino os sean útiles, tanto en esta empresa como en el resto de vuestra honrosa vida.