MARÍA SILVA CORE / ALICIA GÓMEZ MERINO / TERESA DIEZ FDEZ
En la sociedad actual, niños y adolescentes emplean mucha parte de su tiempo en colegios e institutos. Por esta razón, los centros educativos aparecen como un lugar idóneo para fomentar hábitos de vida saludables, mediante la educación para la salud (EpS) en las aulas. En países como Estados Unidos o Reino Unido, está muy arraigada la figura de la enfermera escolar dentro de la escuela; realizando actividades de EpS, exámenes de salud, asistencia sanitaria y asegurando un entorno seguro para los escolares. Sin embargo, en nuestro país esta figura no está tan consolidada, salvo en centros de gestión privada, de procedencia extranjera o de educación especial. En la mayoría de centros educativos, los profesores intentando tratar la EpS de manera transversal, y los equipos de atención primaria de salud, realizando EpS en momentos puntuales, prestan una atención a la salud de los jóvenes en la escuela heterogénea y, en algunos casos, deficiente. Se estima que la enfermera, es el profesional que desarrollando su labor en los centros escolares a tiempo completo aportará numerosos beneficios a la comunidad educativa.
