SARKOZY, NICOLAS
Capítulo I
El 21 de abril, un maelstrom
Interior, un ministerio en contacto con lo real
Las decisiones acertadas vienen del terreno
La exigencia de convencer
La cultura del resultado
La diplomacia eficaz
Concederse el tiempo de la reflexión
Un compromiso total
C. (Cécilia)
Capítulo II
El poder sigue existiendo
La bajada de los precios, ejemplo de una acción justa y posible
Inspirarse en los éxitos de los demás
Con Europa, actuar de otra manera
Nuestro mundo no está condenado a desaparecer: el ejemplo de Alstom
El papel de los ministros
Ver a largo plazo
Capítulo III
La crisis de los barrios periféricos
La semántica
Un debate democrático aséptico
El deber de la sociedad es proteger a los suyos
Ser popular no es ser populista
Ser caricaturizado en sus ideas
Las ZEP (Zonas de Educación Prioritaria), reconocer su insuficiencia, proponer otras soluciones
Capítulo IV
El mejor modelo social, el que da un trabajo a cada uno
La necesidad de ponernos en tela de juicio
El desánimo ante el éxito y la iniciativa
Las clases medias abandonadas
El trabajo desvalorizado
Una elección que hacer: trabajar menos o ganar más
Capítulo V
Clearstream
Responsabilidad y equilibrio en el funcionamiento del Estado
El Presidente y el Primer Ministro
El ámbito reservado, en tela de juicio
Debatir públicamente la política de defensa
Poder de nombramiento y derecho de gracia
Hacer del Parlamento un verdadero contrapoder
Revisar la organización del gobierno
No trasladar nuestras flaquezas a las generaciones futuras
Presidente de la República y responsabilidad penal
Velar por la respetabilidad de nuestra justicia
Orgullosos de nuestra historia
Capítulo VI
Una sociedad que va por delante de su clase política
El fracaso ineluctable del CPE
Suprimir la doble pena
Actuar en una sociedad compleja
Las discrepancias se desplazan
Tres vidas en una
El ritmo de la reforma
La diversidad refuerza la unidad
Y Jacques Chirac
Capítulo VII
Romper con lo que nos debilita
Romper con la mentira
Los funcionarios, actores del cambio
Asumir un liberalismo regulado
Romper con el retraso francés
Saber es poder
Reconciliar la escuela con el progreso social
Romper con los principios formalistas
Volver a plantear nuestro mensaje internacional
La prioridad africana
Y los americanos
La realpolitik y los derechos humanos
El mundo árabe
Los grandes debates internacionales
El necesario debate sobre la mundialización
El gaullismo hoy
Conclusión
La autenticidad
Construir
El libro se articula en forma de discurso directo donde Nicolas Sarkozy expone motivos y causas por los cuales quiere conquistar la presidencia:
'Por muy lejos que me remonte en mis recuerdos, veo que siempre he querido actuar. En mi mente la palabra, las ideas, la comunicación sólo tienen sentido en la medida en que permiten y sobre todo facilitan la acción. Transformar lo cotidiano, hacer factible lo imposible, buscar márgenes de maniobra, eso es lo que siempre me ha apasionado.
La política no era una tradición familiar. Incluso todo tendría que haberme alejado de ella: no tenía ni relaciones, ni fortuna, no era funcionario y además tenía un apellido que, por su sonido extranjero, habría convencido a más de uno a permanecer en el anonimato antes que exponerse a la luz.
Pero la política tiene ese interés único y absolutamente exigente de avanzar con el pueblo y no contra él ni sin él. Me gusta la idea de una acción común hacia un mismo objetivo que dé esperanza a millones de personas. Son muchos los que han renunciado. Renunciado a creer que el mañana puede ser más prometedor. Renunciado a la promoción social para su familia. Renunciado a un porvenir más dichoso para sus hijos.
Pretendo explicar que no existe la fatalidad para el que acepta atreverse, intentar, emprender. En un mundo que se mueve a toda velocidad, el inmovilismo es la postura más arriesgada tanto para nuestro país como para cada uno de los franceses.
Me gusta construir, actuar, resolver los problemas. Creo que todo merece la pena y que al final el esfuerzo es siempre recompensado. Esa es la razón por la que yo me dedico a la política, esa es la razón por la que sigo creyendo en la voluntad y eso es lo que justifica, a mis ojos, querer conquistar las más altas responsabilidades. He aquí mi palabra'.